El fallecimiento de un ser querido es uno de los momentos más difíciles que vivimos a lo largo de la vida. La terapia emocional se emplea para ayudar a una persona a afrontar dicha pérdida. El objetivo de este tipo de intervención psicológica es equilibrar las emociones que experimenta el paciente. Para ello se trabajan los sentimientos y recuerdos que intervienen sin cesar en el tiempo. Si quieres dedicarte a ello, echa un vistazo al máster en terapia emocional y duelo.
Si quieres saber cómo enfrentar el duelo y ver qué rol tiene el psicólogo en este tipo de situaciones, quédate con nosotros.
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¿Qué es la terapia emocional?
Tras la pérdida de un ser querido, el objetivo de la terapia emocional es devolver el equilibrio de las emociones en el paciente. Para conseguirlo, el psicólogo ofrece un asesoramiento donde se trabajan las emociones y pensamientos que acechan a la persona. Así pues, este tipo de terapia intenta recuperar la positividad para ir disminuyendo los pensamientos negativos y de tristeza que interfieren.
Eso sí, esto no quiere decir que el duelo no se pueda o se deba evitar, pues se trata de un proceso que hay que pasar. Por ello, el psicólogo es quien genera el apoyo necesario para hacer frente al suceso e ir superándolo poco a poco. Es el profesional que nos brinda las estrategias idóneas para aceptar el hecho y adaptarnos lo mejor posible a la rutina diaria.
¿Cómo se manifiesta el duelo?
En España, aproximadamente un millón y medio de personas afrontan la muerte de un ser querido. De ellos, entre un 10 y un 20% padecen un duelo patológico. Esto significa que, pasados seis meses, la persona sigue sin superar el dolor.
Los sentimientos propios del duelo son la tristeza, la ira, la culpa, la soledad, la ansiedad o la profunda depresión. Lo cual puede provocar cansancio, falta de atención, insomnio, falta de apetito, pesadillas o recuerdos constantes entorno al difunto.
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Tipos de duelo
El dolor por la ausencia de alguien a quien queremos no siempre es el mismo, pudiendo identificar diferentes tipos de duelo. Algunos ejemplos son:
- Duelo ausente: se produce cuando se niegan los hechos acontecidos.
- Dolor crónico: es el dolor que no cesa con el paso del tiempo y que, incluso, se extiende durante años.
- Duelo retrasado: los sentimientos de tristeza se manifiestan con el paso del tiempo.
- Dolor exagerado: la persona se siente desbordada y no consigue adaptarse tras la pérdida.
Fases de la terapia de duelo
A continuación, repasamos cuáles son los pasos para afrontar una pérdida basados en la terapia emocional, según el psicólogo J. William Worden:
- Aceptar la realidad de la pérdida a nivel intelectual y emocional. Aunque parezca contradictorio, se recomienda al paciente hablar de la pérdida y de las circunstancias relacionadas con la misma.
- Hay que aprender a gestionar las emociones. No se debe suprimir el dolor, ya que esto prolongará aun más el estado de duelo.
- En la terapia de duelo se recomienda al paciente que se adapte a un medio en el que el fallecido esté ausente: asumir nuevos roles y desarrollar habilidades puede ayudar a la persona.
- Es importante que tengamos un vínculo emocional con el difunto, pero sin que esto interfiera en nuestro día a día.
Eso sí, hay que tener en cuenta que la terapia emocional puede variar según la desarrolle uno u otro especialista, o en función de las necesidades de cada persona.