Actualmente, la mayoría de personas viven a un ritmo desenfrenado, lo que aumenta el estrés y la ansiedad, dos mecanismos que han hecho posible la supervivencia del ser humano. Ambos son respuestas que da nuestro cerebro ante situaciones de peligro, segregando cortisol y adrenalina, hormonas que dan un impulso de energía y nos ponen en alerta para ser capaces de reaccionar con mayor velocidad ante los peligros, entre otras cosas.
Debido a la evolución que se ha experimentado a lo largo de los siglos y la creación de un entorno social más seguro, los peligros que se manifiestan y que desatan estas hormonas han cambiado. Pero, por desgracia, nuestro cerebro no es capaz de entender la diferencia entre los peligros que realmente ponen en riesgo nuestra vida y los que no. Por tanto, la reacción neuroquímica ante un león que nos acecha y una fecha de entrega que se acerca, es la misma.
Ante este ritmo de vida, las técnicas de relajación son muy útiles para poner una pausa en nuestra vida, permitiéndonos prestar atención a nuestro estado corporal a la vez que ordenar los pensamientos. Así pues, si quieres saber en qué consisten y cómo ponerlas en práctica, sigue leyendo. Y recuerda que puedes ampliar tus capacidades psicológicas a través de nuestro máster online en mindfulness.
Índice de contenidos
¿Qué es la relajación?
Podemos definir la relajación como el antónimo del estrés. Es un estado mental en el cual nos encontramos en calma, nuestros pensamientos fluyen de forma ordenada y lenta, la respiración se regula, el ritmo cardíaco es menor y la musculatura se destensa. Las técnicas de relajación, si se aplican adecuadamente, permiten pasar de un estado ansioso a uno relajado en tan solo unos minutos.
Es fundamental que cada persona tenga sus propias herramientas para poder aliviar su mente y cuerpo en momentos de estrés y ansiedad. Estas herramientas no solo nos ayudan a hacer frente a las situaciones complicadas que se presentan en nuestro día a día, sino que también mejoran nuestro autoconocimiento y nos otorgan mayor control sobre nuestros pensamientos y emociones. Asimismo, son esenciales para evitar la somatización de las emociones, un diagnóstico cada vez más frecuente.
Beneficios de las técnicas de relajación
La práctica frecuente de las técnicas que explicaremos a continuación aportan múltiples ventajas en diferentes campos: bienestar físico y emocional, relaciones interpersonales (familia, trabajo, amistades…) y mejor rendimiento personal. Aquí te especificamos algunas de ellas:
- Relaja la tensión muscular, evitando así la aparición de contracturas y su cronificación.
- Mejora el descanso y la calidad del sueño, haciendo que este sea más reparador y brindándonos más energía durante el día.
- Mejor humor y pensamientos más positivos y agradables
- Disminuye la tensión arterial y equilibra el ritmo cardíaco.
- Más productividad, tanto a nivel personal como laboral.
- Incrementa la confianza en uno mismo y la autoestima.
6 técnicas de relajación para frenar el estrés
Existen cientos de técnicas que se pueden emplear para la relajación, pero en las siguientes líneas te explicamos las más utilizadas y efectivas. Recuerda que no todas sirven para todo el mundo, por lo que se deben poner en práctica hasta dar con las más efectivas para cada caso. Así pues, veamos algunas de ellas:
Respiración diafragmática
Esta práctica se puede realizar tanto sentado como tumbado, aunque lo ideal sería hacerlo de la segunda manera, pues así podemos notar mejor cómo fluye el aire por nuestro cuerpo. Se debe colocar una mano encima del pecho y la otra encima del abdomen, llevando nuestra atención al movimiento que ambos realizan cuando inhalamos y exhalamos.
El objetivo es que el pecho se mueva menos que el abdomen, de lo contrario, la respiración sería superficial.
Esta técnica nos da como resultado una respiración más uniforme y profunda, aumentando la capacidad pulmonar y la oxigenación.
Terapia de bosque
También llamada Shinrin-yoku, es un tipo de terapia que surgió en Japón en los años ochenta. Promueve el paseo por entornos naturales, alejándonos del ruido y el estrés de la ciudad y permitiéndonos conectar con la naturaleza a través de todos nuestros sentidos.
Actividad física
Existen deportes cuyo objetivo es conectar el cuerpo y la mente y obtener un estado de relajación mediante la concentración en la respiración y en los movimientos. Los más recomendables son:
- Yoga: práctica en la que se combinan ejercicios físicos con una respiración profunda y pautada. La mente debe estar concentrada en mantener en equilibrio y ejecutar correctamente los ejercicios,.
- Taichí: se practica mediante una serie de movimientos de forma lenta y fluida, también combinados con una respiración al mismo ritmo. Mejora la conexión mente-cuerpo, la flexibilidad y aporta calma.
Meditación
La meditación es una práctica que consiste en aprender a estar en calma con uno mismo y disfrutar de un periodo de tiempo en quietud. Existen múltiples maneras de practicarla que van más allá de la clásica meditación en posición de loto. Para los principiantes que ya han aprendido a meditar desde cero y quieren empezar a ponerlo en práctica, estas son las más adecuadas:
- Escaneo corporal: consiste en llevar la atención a determinadas partes de nuestro cuerpo y observar las sensaciones que aparecen, se puede practicar en silencio o a través de una meditación guiada.
- Mindfulness: es una de las disciplinas que más popularidad ha ganado los últimos años. Se traduce como atención plena y se centra en traer la atención al presente, a las sensaciones que nos evoca nuestro cuerpo y nuestro entorno. Por otro lado, también busca aprender a observar los pensamientos y dejar pasar aquellos negativos, evitar la rumiación y obtener un mayor control sobre nuestro cerebro. Recuerda que puedes especializarte en este tipo de meditación a través de nuestro máster en mindfulness. Obtendrás conocimientos integrales sobre esta disciplina para ayudar a los pacientes a sacar el máximo beneficio de esta práctica.
Terapias alternativas
Existen terapias que pueden llevarte a un estado de relajación a través de diferentes elementos. Las más conocidas son la musicoterapia, la aromaterapia y la naturopatía.
Practicar aficiones
No hay que olvidar que una de las cosas que más relajación puede aportar es practicar aquello que mejor nos hace sentir. Las aficiones permiten desconectar, desarrollar nuevas habilidades, fomentar la creatividad y ejercitar nuestro cerebro.