En psicología, el efecto halo se trata de un sesgo cognitivo en el que la percepción que tenemos sobre una persona es influenciada por una serie de rasgos. Por ejemplo, una persona simpática y guapa pensamos que también será inteligente y buena. Así pues, el efecto halo consiste en hacer un juicio global a partir de una primera impresión.
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¿Qué es el efecto halo?
El efecto halo fue identificado por Edward L. Thorndike en el siglo XX, cuando realizaba varios estudios sobre las evaluaciones psicológicas en militares. Se dio cuenta de que la percepción de un solo rasgo afecta a todos los demás, lo que influye en el juicio final. Es decir, se trata de juzgar a una persona a partir de una primera impresión, ya sea desde su apariencia, comportamiento, etc.
El fenómeno del efecto halo no solo se ha estudiado en psicología, sino que en los últimos tiempos también ha surgido en el sector empresarial, sobre todo en Recursos Humanos o para crear estrategias de marketing. Pero, el caso es que este proceso mental se da en cualquier momento, ya sea en el trabajo, cuando conocemos a alguien, en una tienda, etc. Influye en nuestro juicio sin darnos cuenta y de forma cotidiana.
¿Se puede evitar el efecto halo?
El efecto halo forma parte de nuestro cerebro, ya que resulta una interpretación de la información del entorno. Y aunque a simple vista parece inevitable, podemos tomar consciencia de ello y revertirlo.
Solo es necesario reflexionar un poco y no quedarse con la primera impresión. Ir más allá y saber quién está realmente detrás de esa apariencia. Así pues, es muy importante evitar juicios apresurados y basados solamente en impresiones externas.
¿Cómo se produce el efecto halo?
El efecto halo consiste en atribuir presuntas características a partir de las ya observadas. Se trata de cómo una impresión (positiva o negativa) que se tiene sobre alguien o algo, condiciona la opinión general. Por ejemplo, vemos una persona que nos atrae físicamente, por lo que pensamos que es hermosa. Además, también pensamos que es buena gente y que seguramente ocupará un alto cargo en una empresa.
El efecto halo normalmente se trata de un error de juicio a la hora de hacernos impresiones, que resultan ser muy potentes y anulan la capacidad racional de juicio. Esto sucede porque tenemos la necesidad de clasificar la realidad de forma ordenada.
Así pues, el efecto halo se trata de un proceso inconsciente de evaluación inconsciente de otra persona, haciendo que las personas juzguemos todo de forma totalmente subjetiva, ya que hacerlo objetivamente requiere de un esfuerzo consciente.