En su día a día, muchas personas con falta de asertividad se encuentran con la dificultad de no saber decir que no. Mayoritariamente les sucede por las posibles consecuencias negativas que puede tener negarse, aunque vaya en contra de sus principios, deseos o necesidades. Y es que la asertividad es un pilar básico para nuestra autoestima porque nos permite comunicarnos de forma efectiva y poniendo en valor nuestros derechos y opiniones. Si eres una persona que le cuesta negarse por miedo a lo que pueda ocurrir, pero quieres cambiar esto, sigue leyendo. En este post explicamos la importancia que tiene saber decir que no y cómo puedes empezar a trabajar en ello. Y recuerda que puedes estudiar coaching empresarial a través de nuestro amplio catálogo formativo. ¡Síguenos!
Índice de contenidos
Porqué es importante saber decir que no
La clave para saber negarse está en la asertividad. Saber decir que no influye en la motivación de una persona para empezar a poner en práctica una estrategia asertiva. Y es que, cuando decimos “no” a alguien que nos está diciendo de hacer algo que va en contra de nosotros mismos, estamos evitando y potenciando una serie de factores. Estos son:
- Evitamos la manipulación. Al hacer algo que no queremos, sentimos que nos están manipulando y que se están aprovechando de nosotros. Esto provoca que sintamos resentimiento hacia la persona que nos resulta abusiva.
- Potenciamos la autoestima. Negarse aumenta la seguridad en nosotros mismos y la sensación de libertad. Nos permite desarrollar confianza en nosotros mismos, sabiendo tomar nuestras propias decisiones y dirigir nuestra vida.
- Evitamos posibles complicaciones. Si no nos negamos, podemos vernos implicados en situaciones de las que posteriormente nos vamos arrepentir. Esto generará malestar emocional y negatividad hacia nosotros mismos.
¿Y por qué tenemos miedo a decir que no?
Según el tipo de situación es normal que de miedo negarnos. Pero, cuando cedemos continuamente ante algo que va en contra nuestro, supone un problema. Esto se debe, en primer lugar, al sentimiento de culpabilidad y la idea de ser una mala persona. Para evitar pasar por todo esto, se cede sin estar de acuerdo.
En segundo lugar, por posibles conflictos posteriores. Las personas no asertivas anticipan que, si no se niegan a algo, se desencadenará un conflicto mayor que no sabrán gestionar.
Finalmente, algunas personas no se niegan por miedo a que los demás se enfaden con ellas. Se anticipa la idea de que negarse provocará enfado e incluso la pérdida de relación con las otras personas.
Contribuye al crecimiento personal y profesional de las personas a través de nuestros cursos y másters en coaching.
Claves para saber decir no de forma asertiva
Lo primero que debes hacer, antes de practicar, es identificar aquellas situaciones en las que no sabes decir que no, cómo te pasa y ante quién. Reflexiona sobre tus emociones, qué te lleva a decir que sí y si realmente te sirve.
Cuando tengas identificadas las situaciones y tus inquietudes, llega el momento de poner en práctica los consejos que te damos a continuación. Y recuerda: tus razones para negarte ante algo son tan válidas y respetables como las de los demás.
Practica el “no”
Ponte frente a un espejo y repite frases como “lo siento, pero no lo haré”. Se trata de que visualices las diferentes situaciones en las que sabes que la gente te dirá de hacer algo y que quieres decir “no”.
Discúlpate solo cuando sea necesario
Disculparse después de negarse no es algo malo. Se trata de que la disculpa no sea desmesurada porque sino debilitará la negativa que has dado. Puedes disculparte de forma moderada diciendo “Siento tener que decir que no a tu propuesta” o “Lo lamento, pero la respuesta es no”.
Sé empático, no simpático
No hay que confundir ambos términos. Ser empático implica escuchar al otro, mientras que la simpatía se limita a responder. Normalmente respondemos “sí” para caer bien y tener la aprobación de la otra persona. Así pues, busca ser empático.
Dí un “no” rotundo, pero sin agresividad
Las maneras son importantes, por lo que es importante decir no sin ser agresivo, de forma clara y calmada.